La litosfera está constituida por la corteza terrestre y la parte superior del manto, es decir, se localiza sobre la astenosfera. La primera diferencia entre la litosfera y la astenosfera es la temperatura, ya que la primera presenta una temperatura considerablemente inferior a la segunda, y por tanto, un comportamiento físico muy distinto. Así, la litosfera se comporta como un cuerpo rígido que tiende a fracturarse ante cualquier esfuerzo tectónico al que se la someta, mientras que la astenosfera tiende a deformarse de forma plástica. La litosfera es la capa más superficial de la Tierra y flota sobre la astenosfera.
A partir del estudio de la topografía de los fondos oceánicos, la distribución de focos sísmicos, volcanes y flujos de calor, surgió la hipótesis que sustituiría a la visión de una litosfera continua. Así, estaría fragmentada por una serie de franjas que coinciden con los focos de mayor actividad sísmica y volcánica.
Las placas litosféricas se mueven entre sí y tienen la particularidad de que en sus límites se localiza la mayor actividad geológica (terremotos, formación de cadenas montañosas...) mientras que en las zonas internas de las mismas tendremos regiones estables. Aunque el interior de las placas puede deformarse, las principales interacciones se producen a lo largo de sus bordes. De este modo, existen tres tipos de bordes, que se diferencian en el tipo de movimiento que exhiben, que puede ser divergente, convergente o desplazamiento lateral. El desplazamiento de las placas se debe a la liberación de calor de la Tierra: las zonas calientes del interior de la Tierra evacúan calor hacia el exterior y a su vez, las áreas frías de la corteza se introducen en el manto, de modo similar a como se produce en los fluidos al calentarse, generándose corrientes de convección. Sin embargo, los científicos aún no han llegado a un acuerdo común en este sentido, debido a lo complejo del estudio del interior terrestre. Además, actualmente han surgido teorías nuevas que añaden otro factor como responsable del movimiento: el frente de placa, que al introducirse en el manto, debido a su propio peso, arrastraría tras de sí a la totalidad de placa.
Divergencia entre placas
Las dorsales oceánicas son grandes cordilleras sumergidas por las que asciende material procedente del manto que se va a ir consolidando a los lados de la misma, haciendo así que los océanos se ensanchen, aumentando su corteza oceánica y que los continentes se separen. Son bordes de placa divergentes. Allí hay gran actividad volcánica, y son zonas muy fisuradas, con una zona central llamada rift valley, con fallas normales.
Convergencia entre placas
Hablamos de áreas donde las placas se juntan, y tendremos una gran actividad tectónica, sísmica y volcánica. Además son las áreas donde se registrarán terremotos profundos, sobre todo en el caso de la subducción. Tenemos varios casos:
- Convergencia entre placa oceánica y continental: la litosfera continental, menos densa, se resiste a hundirse hacia el manto, y entonces va a provocar que sea la oceánica la que se hunda bajo ella. Por calentamiento, ésto dará lugar a la generación de magma que ascenderá hacia la superficie del continente. La colisión podrá deformar los márgenes continentales, originando cinturones montañosos, denominándose márgenes continentales activos, como Los Andes.
- Convergencia de dos placas oceánicas: una de ellas cabalgará sobre la otra, y el movimiento de placa descendiendo hacia la astenosfera genera la zona de subducción, área deprimida que denominamos fosa de subducción. La placa subducida se calienta en contacto con la astenosfera y se forman magmas que ascienden, dando lugar a erupciones volcánicas que originan arcos de islas. Se desarrolla gran actividad sísmica. Destaca la Fosa de las Marianas, en el Pacífico Norte.
- Convergencia de dos placas continentales: cuando se consume totalmente la litosfera oceánica, se produce el encuentro de dos masas continentales. Esto provoca su colisión y obducción. Al tener ambas una densidad semejante e inferior a la del manto, no subducen y chocan unas contra otras. La compresión entre ambas acaba por fusionarlas en un único bloque, originando un cinturón montañoso . La zona estará intensamente deformada y metamorfizada. Es el caso del Himalaya.
Obducción Subducción
Bordes de placa transformantes
En este tipo, las placas se desplazan lateralmente entre sí, sin producción ni destrucción de litosfera.
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